Bajamos al campo de fútbol y yo me vestí de corto, otra vez. Con mi camiseta del centenario, mis pantalones, mis medias, mis botas, y me lo pasé pero guay, guay, guay.
Nos abrieron el museo para nosotros, luego fuimos a la comida, hicimos la foto de familia… fenomenal, todo fenomenal. Muy bien, muy bien, yo me lo pasé súper, súper.
Mi intención era reunir a todos los que hubiesen jugado en el Caspe, pero claro, Elio dijo eso es imposible porque no hay sitio, ni tiempo… entonces acordamos coger sesenta y setenta… en la temporada sesenta y los que más o menos jugaron, que son dos épocas y así lo montamos.
Yo estoy emocionado, de verdad. Y nada, esta noche casi no he dormido, de feliz.